Con motivo de la presentación del nuevo superordenador de IBM, situado en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (Madrid), que acelerará las investigaciones sobre las enfermedades raras y en particular el Síndrome de Cornelia; Europa Press entrevistó al científico titular del CSIC que lidera el proyecto: Paulino Gómez-Puertas.
- ¿Qué ventajas tiene la instalación de este sistema de computación en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa?
Permitirá al centro acelerar la simulación del comportamiento de posibles fármacos tal como lo harían en las células humanas en la vida real, algo imposible de hacer con técnicas de laboratorio clásicas en una escala tan grande.
- ¿Cuál es su aplicación en el Síndrome de Cornelia de Lange, en qué consiste el experimento que se está realizando?
Uno de los experimentos que estamos llevando a cabo es introducir en el interior de la cohesina (que es un conjunto de proteínas) compuestos químicos (posibles futuros fármacos) con la intención de modificar su comportamiento y corregir sus posibles defectos. La ventaja de hacerlo in silicio es que podemos simular los comportamientos de cientos de posibles fármacos tal como lo harían en la vida real, en las células humanas, algo imposible de hacer con técnicas de laboratorio clásicas en una escala tan grande.
- ¿Por qué se está realizando el experimento en concreto con esta enfermedad?
Hay dos razones, una más científica y otra más personal. En la parte personal, desde hace años colaboro con el Dr. Juan Pie y el Dr. Feliciano Ramos, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza. Ellos son los expertos de referencia de esta enfermedad en España, reconocidos internacionalmente. Y fueron quienes me presentaron a la Asociación Cornelia España. Una vez que conoces a esta gente y la lucha personal que mantienen por la calidad de vida de sus hijos, es imposible no poner tu grano de arena para ayudarles. Y, desde el punto de vista científico, el origen de esta enfermedad está en el mal funcionamiento de un grupo de proteínas muy complejo llamadas cohesinas, que interaccionan con ADN. El estudio de un sistema tan apasionante para descubrir cómo funciona y cómo podemos revertir sus fallos es un reto profesional muy fuerte, que impulsa el trabajo de nuestro grupo de investigación.
- ¿En qué punto se encuentra ahora mismo el experimento? ¿Cuál es el siguiente paso?
En estos momentos hemos desarrollado un modelo de alta calidad que simula el funcionamiento de una parte del complejo de cohesinas, aquella que interacciona con la molécula de ADN. Estamos estudiando la influencia que las mutaciones a nivel genético tienen sobre su actividad, causando la enfermedad. Asimismo, estamos poniendo a punto un sistema virtual de diseño de fármacos capaces de revertir en parte el mal funcionamiento de estas proteínas. Estos compuestos serían los posibles fármacos del futuro. Todo ello gracias a un proyecto financiado por la Agencia Española de Investigación en colaboración con la empresa Repessa de Madrid, experta en sistemas informáticos avanzados, y con IBM.
- A nivel médico, ¿qué supone IBM Power System AC922 con dos procesadores Power 9?
Los avances conseguidos pueden dar lugar a desarrollos que beneficien a los afectados por estas enfermedades. Además, sumamos esfuerzos y colaboración con centros como el servicio de Microbiología del Hospital La Paz de Madrid, el Centro de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza o el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca.
- ¿Está previsto algún experimento en el futuro con este sistema aplicado a otra enfermedad?
Sin duda. Estas mismas proteínas están implicadas también en diferentes tipos de cáncer, por lo que es muy posible que parte de los compuestos diseñados virtualmente puedan tener utilidad como anticancerígenos. De hecho, uno de los compuestos ha mostrado ya unos muy buenos resultados en este sentido en experimentos hechos en células cancerígenas en el laboratorio. Otro ejemplo es el diseño de antibióticos frente a bacterias multi-resistentes. También con este sistema hemos desarrollado dos posibles nuevas moléculas con resultados que han sido muy prometedores en estudios preliminares en el laboratorio. En el futuro, nuestra intención es colaborar con investigadores expertos en diferentes tipos de enfermedades para poder diseñar juntos la siguiente generación de fármacos.