Familia Catalá Jofre (Islas Baleares)

Un 18 de Febrero nació nuestra segunda hija, Conchita, tras un embarazo y parto normales, con bajo peso, 2.200 Kg. por lo que tuvo que estar un mes en la incubadora. Es la de en medio de dos hermanos que han sido y son un apoyo inestimable para nosotros y para ella.

El pediatra rápidamente percibió algo y antes de comunicarnos nada definitivo hizo varias consultas en torno a SCDL y nos remitió a Barcelona para confirmar el diagnostico por el Catedrático Cruz Hernández, los resultados y esperanzas fueron demoledoras y afortunadamente no se cumplieron todas, pero si que fue y es un arduo camino con mucha espinas pero también con rosas.

Los primeros problemas surgieron con la alimentación, se atragantaba y debía comer en horizontal pero pronto lo superamos, a los dieciocho meses empezó a caminar, siempre ha sido una niña sana, ni siquiera ha sufrido las enfermedades típicas de niños, fácilmente se daba a entender con gestos y empezó a vocalizar y hablar, con ayuda de una logopeda, siempre ha sido muy meticulosa y ordenada, repetitiva, creemos que para ella fue muy importante su hermana mayor en esta época porque era un estimulo para todo, vestían iguales, compartían juegos, muñecas, montaban en bicicleta, hacia puzzles, le encantaba bailar y escuchar música y hacer de maestra a sus muñecas, conocía todos los personajes y series infantiles de TV y sus canciones, aprendió a nadar e incluso fueron al mismo colegio hasta los seis años.

En su etapa adolescente, dejó de tener tanto interés por aprender y concentrarse, se iniciaron etapas de alteración en sus estados de ánimo y de sueño, pasaba de reír a llorar con mucha facilidad y su conducta fue más brusca y variable, siempre hemos creído que ella era consciente de que era diferente, fue el motivo por el que se inicio la medicación, por ser muy difícil, su comportamiento.

Siempre ha estado escolarizada, la rutina y el contacto diario fuera de casa han sido muy positivos, es muy social. En estos momentos nuestro esfuerzo diario es que acuda a su centro de talleres cada día y que su conducta sea estable y tranquila, así podemos interactuar y disfrutar de ella todos, con los años la familia ha ido aumentando, ahora tiene seis sobrinos que la adoran y respetan y comparten todos los viernes cena y casa con ella, en su entorno y está encantada, siempre he intentado que este integrada y creo que siempre le ha beneficiado.

Aconsejaría a todas las parejas jóvenes que no se desanimen, porque siempre hay esperanza y cuando se cierra una puerta se abre una ventana y nuestra ventana está ahora siempre abierta gracias a todos los miembros de la asociación y la estrecha colaboración de nuestros estimados doctores que son un ejemplo de humanidad y entrega y han puesto una luz en el camino, gracias.

Por cierto, hoy Conchita cumple 40 años.

Un fuerte abrazo a todos, compañeros /as.

Familia Catalá Jofre (Islas Baleares)